Cuando inviertes en una ventana nueva, estás comprando una solución de aislamiento y confort que debe durar décadas. Pero, ¿de qué depende exactamente esa durabilidad? La respuesta no está en lo que ves, sino en lo que está oculto.
La vida útil de nuestras ventanas se mide en más de 30 a 50 años. Esta longevidad es posible gracias a un componente invisible pero esencial: el refuerzo interno de acero galvanizado que se aloja dentro del perfil. Este refuerzo es el esqueleto que sostiene toda la estructura.
El Desafío del Tiempo y la Gravedad
Los perfiles de ventanas (especialmente los de PVC) son excelentes aislantes térmicos, pero el material plástico por sí solo podría sufrir deformaciones con el tiempo y la exposición a los elementos:
- Peso del Vidrio: El cristal, sobre todo el doble o triple acristalamiento, es pesado y ejerce una presión constante sobre el marco.
- Cambios de Temperatura: La dilatación y contracción térmica causadas por el sol intenso y el frío pueden debilitar la estructura.
- Mecanismos: La constante apertura y cierre ejerce tensión sobre los puntos de sujeción de los herrajes.
Sin un soporte interno adecuado, el perfil podría curvarse o alabearse con el tiempo, lo que provocaría fugas de aire, problemas de estanqueidad y fallos en los herrajes.
El Acero Galvanizado: El Esqueleto de la Ventana
Para evitar cualquier tipo de deformación o pérdida de rendimiento, Ventanas Prodeco incorpora refuerzos de acero galvanizado de alto espesor en las cámaras principales de los perfiles.
- Máxima Rigidez: El acero proporciona la rigidez y resistencia estructural necesaria para soportar el peso del vidrio y mantener el marco perfectamente recto, asegurando que los cierres sigan ajustando de forma hermética durante décadas.
- Resistencia a la Corrosión: Al ser acero galvanizado, está protegido contra la oxidación y la corrosión interna causada por la humedad o la condensación.
- Soporte de Herrajes: Todos los herrajes (bisagras, puntos de cierre) se atornillan directamente a este refuerzo de acero. Esto garantiza una fijación sólida y duradera, que no se afloja ni se desgasta con el uso constante.
Una Inversión de Larga Duración
Una ventana de calidad, bien instalada y con su refuerzo interno de acero, no solo dura, sino que mantiene su rendimiento térmico y acústico a lo largo de su vida útil.
Al elegir Ventanas Prodeco, estás invirtiendo en un producto con un ciclo de vida probado, donde la ingeniería interna garantiza que tu confort y ahorro energético de hoy, se mantengan por generaciones. No te conformes con perfiles que no invierten en su propio esqueleto.